Tras un año de discusiones parece que la tan anunciada reducción de la jornada laboral en España a 37,5 horas semanales está a punto de materializarse.
Así, tras meses de negociación con las organizaciones empresariales y sindicatos, el Ministerio de Trabajo dio por finalizada la mesa del diálogo social y, tras negociar con el Ministerio de Economía, llevará en las próximas semanas al Consejo de Ministros un anteproyecto de ley respaldado por los sindicatos, pero sin el acuerdo con las patronales. Una vez que el Consejo de Ministros dé luz verde a esta reforma, comenzarán los trámites parlamentarios que, dada la correlación de fuerzas en el Congreso, no se prevén sencillos.
Como es habitual, cada vez que nos enfrentamos a una modificación de esta envergadura en materia laboral, son muchas las cuestiones que se plantean más allá de la mera valoración del impacto económico y social que la misma pueda tener.
Lo que se sabe por ahora sobre la reducción de la jornada laboral
Así, hasta la fecha las pocas certezas que existen al respecto son que:
- Dicha reducción de la jornada laboral no afectará al salario.
- Se impondrá la obligatoriedad de un control de registro horario digital.
- Aquellas personas que tengan su jornada reducida (por ejemplo, por conciliación familiar o guarda legal) mantendrán sus horas actuales y verán incrementado su salario acorde a la nueva jornada máxima semanal.
Actualmente existen convenios colectivos en los que ya se prevé una jornada reducida inferior a las 40 horas semanales. Si bien, los datos indican que sectores como los de la industria, la construcción o transportes serán los más afectados por esta reducción, debiendo de adaptarse a esta nueva realidad, reorganizando sus plantillas y horarios de trabajo.
Pros y contras de la reducción de la jornada laboral
Los objetivos de la reducción de la jornada laboral son:
- Alcanzar una mayor satisfacción de los trabajadores con jornadas laborales más cortas.
- Una mayor motivación de las personas trabajadoras.
- Mejorar la productividad y eficiencia.
- Reducir el absentismo laboral por situaciones de estrés y agotamiento.
Si bien, la otra cara de la moneda radica en efectos no tan optimistas como:
- El coste operativo.
- Las dificultades de implantación en las empresas, especialmente en aquellas que:
- Trabajan con turnos continuos, como en el sector de la hostelería, la sanidad o vigilancia de seguridad.
- Operan en el mercado internacional.