A veces uno tiene la impresión de que hay temas que te persiguen. Y a mí, últimamente, el derecho de separación no me deja en paz. Aunque intente evitarlo, me lo vuelvo a encontrar semana sí, semana también.
Así que, como los miedos nocturnos, he decidido enfrentarlo, a ver si así me olvida por una temporada.
Cuando hace unos meses me puse a estudiar los fenómenos de la separación y exclusión caí en la cuenta de que, así como en la exclusión el Tribunal Supremo había datado la pérdida de la condición de socio, del derecho de separación nada se decía.
Empecé a buscar sentencias y las pocas que hallé no llegaban a pronunciarse sobre el tema.
Lo analizamos en esta nueva entrada del blog Affectio societatis